En el año 2001, después de pensarlo mucho, decidí continuar trabajando en el sector agua potable y saneamiento, pero obviamente había renunciado y no seguiría ejerciendo el cargo de dirección que venía ocupando desde 1994 en Hidroven. Más bien me había planteado no abandonar la oportunidad que se me presentaba para actuar como ciudadana con un interés legítimo de hacer mejor las cosas. Confieso que no fue fácil soslayar los inconvenientes de tipo político . Siempre mi pensamiento colectivo por encima del individual me permitió ganar muchas batallas, y hubo una en especial: La Lista de Tascon. Para quienes no son venezolanos o no han vivido en venezuela alguna parte de la historia en los últimos 20 años, entre las múltiples acciones injustas y llenas de ignominia del régimen de Chávez ( quien llegó a la presidencia en 1998 y en el 2002 su gobierno dejó de ser gobierno y se transformó en un régimen) se encuentra aquella ignominiosa decisión que ordenaba convertir el registro electoral en una arma letal de persecución. En efecto, todos los ciudadanos que ejerciendo el derecho a la libertad de expresión a través del voto y que firmamos para llevar a cabo un “simple referéndum revocatorio”, fuimos de distintas maneras atacados, perseguidos, reprimidos. Quizás algunos corrimos con mejor suerte que otros, pero igualmente fuimos castigados.
Recuerdo perfectamente aquel momento, en el 2004, yo estaba trabajando en un proyecto para el Banco Mundial, y estando reunidos en la sede de HIDROVEN , con representantes de varias organizaciones ( recuerdo al del PNUD, al del BID, y otros) ,el presidente de la empresa me hizo una pregunta , con un tono especial como para desenmascarar a alguien y sentirse victorioso “ ¿ por qué firmaste en contra del presidente Chavez ?”. No estoy segura si el presidente de la empresa en ese momento tenía clara mi personalidad iconoclasta ( yo creía que sí) y en ese momento tuve la oportunidad de responder, en público, lo que hasta ahora he mantenido: el gobierno de Chávez era una mentira, la institucionalidad la estaban acabando, la meritocracia desaparecía de manera espeluznante y lo peor es que están convencidos de que el oscurantismo que trae el comunismo consigo, es la solución ( llevaba 5 años y ademas quería perpetuarse). Frente a esa respuesta, no hubo ninguna reacción corporal, pero a partir de ese momento, cualquier trabajo que estaba llevando a cabo para el sector público se vio amenazado y hasta terminado. Yo seguí adelante con mayor cautela y mi dignidad por delante. La aplicación de la lista de Tascón fue terrible, dividió a venezuela en bandos, los que firmamos y los que no firmaron. La cédula de identidad era el arma para descubrir de qué lado de la historia estabas en ese momento. Millones de venezolanos fueron despedidos inmediatamente de sus trabajos, no pudieron seguir adelante, y otros, en medio de la confusión, empeñaron su dignidad por necesidad y hasta pidieron perdón por haber firmado. No los juzgo. Pero la verdadera batalla que yo gané hoy cumple 16 años, haber firmado. Mi dignidad sigue intacta y estar del lado correcto de la historia contemporánea de mi país. |
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